1. HISTORIA Y COSTUMBRES: Rellenar espacios

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HISTORIA

El monacato es una institución creada en , en el siglo IV. Parece ser que fue san , también conocido en el Levante español como sant Antoni del Porquet, el primero que llevó una vida retirada, en el desierto, siguiendo un estilo de vida basado en oración y gran austeridad. Según el ejemplo de Antonio surgieron los primeros eremitas o , es decir, monjes que viven solos dedicados en exclusiva a Dios.

Pero pronto, también en el siglo IV, San Pacomio tuvo que escribir una dirigida a monjes que poco a poco se habían ido reuniendo en comunidades, es decir, grupos de monjes, a las que se ha dado el nombre de : los monjes que viven en un cenobio son los . La regla era un conjunto de por las cuales se debían regir los monjes en su vida cotidiana.

Fue a finales del siglo IV cuando San extendió esta costumbre hacia Palestina y . Y un poco más tarde, personajes como San Atanasio o San propagaron el monacato hacia Occidente. Hay que decir, sin embargo, que el primer monasterio en Occidente fue fundado por San de Tours a finales del siglo IV en la ciudad de Tours (Francia)

La llegada de los pueblos y la caída del Imperio Romano de Occidente en el , a manos del jefe germánico , que depuso al último emperador Rómulo Augústulo, supuso un decaimiento económico y de ánimo en Occidente. Sin embargo, los y abades realizaron una tarea doble sin igual: por un lado, trataron, como buenos administradores económicos que eran en el Imperio Romano, de distribuir los recursos hacia las zonas más desfavorecidas por la llegada de los pueblos germánicos; por otro, entablaron contacto con estos pueblos y fueron haciéndoles ver lo beneficioso del conocimiento de las normas y legales de Occidente y sus conocimientos en agricultura, arte, arquitectura, etc. Muchos jefes germánicos acabaron incorporando a sus gobiernos estas normas de conducta y cultura e, incluso, se convirtieron al . Es el caso de Teodorico el Grande, establecido con su pueblo (los godos) al Norte de Italia, en , y que, convertido al (un tipo de cristianismo) promocionó, aconsejado por su secretario , la creación de monasterios que se dedicaron como tarea principal a la de las obras del saber conocido hasta entonces que habían sobrevivido al final del Imperio Romano en las bibiotecas.

En la época en que Casiodoro promovió la fundación de monasterios, hacia la mitad del siglo VI, ya había surgido la orden monacal más importante: los . Fundada por San Benito en 529, en , tuvo un gran auge en toda Europa, dedicándose primero al trabajo de copiar las obras del saber clásico y, más tarde, ya en el siglo VII, a la predicación itinerante de los pueblos germánicos, por orden del Papa San I, antiguo monje que vio en esto una necesidad.

COSTUMBRES

Parece ser que el hastío de la época final del Imperio Romano y su fastuosidad propiciaron la aparición del monacato como costumbre que rompía con aquello y trataba de que el cristianismo no se contagiara. El parecía el lugar apropiado para ello, apartado, austero y libre de contaminación de espíritu. Así, hay que recordar que la palabra eremita proviene del griego y significa o desierto. Pero la vida en soledad de los primeros monjes convivió con un estilo de vida en comunidad: el de los monjes llamados . Así, la palabra cenobio significa monasterio, es decir, comunidad de monjes.

Los monjes llevan un estilo de vida basado en tres o promesas: la , la obediencia y la pobreza. La hace referencia a una vida de dominio de las propias pasiones vivida en celibato (célibe significa soltero). La obediencia se refiere a cumplir con lo que el prior o jefe de un monasterio decide que debe hacer el monje en cada momento, las tareas que debe realizar y el horario que debe cumplir. La pobreza se refiere, no tanto a la carencia de posesiones, que también, sino a la capacidad para la generosidad más absoluta, la capacidad para con el hermano todo lo que uno tiene, tanto recursos materiales como recursos espirituales. Sin embargo, hay otras órdenes donde, además, puede haber otros votos: como la en el monasterio o la continua de costumbres.

Los monjes llevan una vida de privaciones, por tanto, una vida de , ya que trabajan (en el campo, en el estudio, etc.), hacen ayuno en ciertas épocas del año, dedican mucho tiempo a la oración y la contemplación, son célibes, y comparten todo lo que tienen con sus hermanos.

Los rezos en el monasterio son, normalmente, además de la Eucaristía, los siguientes: Maitines, , Tercia, Sexta, Nona, y Completas. Los rezos de Tercia, Sexta y Nona son de unos 10 minutos; el resto duran un poco más. Sus nombres, tal y como los usaban en  el Imperio Romano, se refieren a la del día en que tienen lugar: así, Tercia se refiere a la tercera hora del día después del (hacia las 10 de la mañana) y Nona a la novena del día después del amanecer (es decir, hacia las 4 de la tarde)

LA REGLA DE SAN BENITO

Muchas órdenes religiosas siguen la Regla de san Benito o variantes de la misma. En la original, san Benito habla de muchos y diversos temas, como cuando especifica que el monje ha de hacer una o dos comidas al día en las cuales pueden comer dos o tres platos según las circunstancias. Cuando habla del silencio, dice algo que no siempre es evidente para muchos:

«Pues hablar y enseñar le corresponde
al maestro, pero y le
corresponde al discípulo.»

De los que llegan tarde dice: «Juzgamos que estos deben colocarse en el lugar o aparte, para que, al ser vistos por todos, se corrijan al menos por su misma .» O también, regula las costumbres en Cuaresma: «[...] prive a su cuerpo de algo de , de bebida, de sueño, de conversación y de , y espere la Pascua con la alegría del deseo espiritual.»